¿Por qué hay una falta de conexión entre la actividad que disfrutamos y la que se tiene que hacer? ¿Se debe a una falta de adecuación en el ambiente o a la actitud del individuo?
Veo a muchos artistas, figuras famosas y personas que se han salido de ‘el camino tradicional’ (lo que sea que signifique eso) y me percato de que en su trayectoria tuvieron un momento en el que pudieron realizar una actividad en la que su creatividad se viera expresada o donde se permitieron (o les permitieron) seguir una curiosidad genuina.
Lo señalo porque hay espacios en los que es más fácil florecer que en otros. Existen numerosos factores que facilitan el desarrollo del potencial. No solo por el tema de una fuerza existente que activamente limita, también el azar entra en juego. La pregunta es ¿Estás dónde deberías? Porque si quisieras ser surfista, vivir en la cima de una cordillera no sería lo más inteligente.
Dejando de fuera el azar y focalizandonos en los espacios que como sociedad hemos creado, tristemente la mayoría no está diseñada para facilitar. La mayoría, los predominantes, a priori persiguen un objetivo completamente distinto a quien lo ejecuta, una alienación.
Y para colocar la cereza en el pastel uno no está acostumbrado ni preparado para seguir la curiosidad, mucho menos para expresarse. Es como si la expresión estuviera prohibida, no por opresión sino por omisión. Por una ignorancia del individuo y un sistema que la perpetúa, no porque exista una agenda tal cual o un illuminati, dictador, autoritario controlando los espacios de expresión, sino porque esa ignorancia se alimenta a sí misma, fortalece al sistema y el sistema termina oprimiendo por mera consecuencia.
Me quedo con un momento de duda e inseguridad marcada por la pauta de mi entorno sin llegar a una conclusión exacta. Creo que el enfoque mental sería una alternativa para salir de esta horrible sensación que pesa y apresa, porque la salida no está en el escapar de un ambiente sino en crear un nuevo sistema.
No tendría mucho sentido escapar porque ese sistema lo llevamos dentro. Ese mindset, ese miedo y esas limitantes están en la médula de lo que nos educó. La misma ignorancia que nos apresó y formó es la que nos limita. Al percatarnos de esto, la insatisfacción y frustración es evidente porque ya no se justifica ni se puede culpar a la ignorancia, solamente queda uno mismo con su inexperiencia viendo frente a sí mismo un sistema del que fue producto, partícipe y cómplice.
Quedaría la opción de doparse, mermar la conciencia y activamente evadir esa sensación ante una realidad que no puedes cambiar. Muchos lo hacen, recuerdo la mirada llorosa de un joven con un bong en sus manos intentando acceder al placer para tranquilizar su mente en una realidad asquerosa. El tipo lloraba, se veía en sus ojos confusión, desesperanza y tras todo eso un incipiente pero creciente deseo de destrucción y odio.
O en el otro espectro, evadirlo con un narcisismo espiritual que ailsa al ego y lo justifica. Como esas niñas subiendo fotos en Tulúm, utilizando términos religiosos, filosóficos y psicológicos que ni siquiera comprenden mientras creen que por vibrar alto, sus problemas y los de su entorno se solucionan por una especie de protección mística que se relaciona más con los astros que con sus privilegios, claro. Me da algo de tristeza, porque ha habido casos de abusos hacía las personas que creyeron esto.
La otra es ver de frente el problema y por lo menos intentarlo. Renunciar a la inercia y atreverse a crear algo. Si existe algo que a las instituciones y sistemas no les gusta es la perturbación de sus formas. ¿Parece bastante lógica la conclusión? “Ey, si cambias tú cambia la cosa”. Pero no, no considero que sea así de sencillo porque necesitarías activamente cambiar el entorno, que considero es lo más importante.
Uno pudiera cambiar a nivel personal, sacudir ese mindset y miedo que limita la expresión y creatividad… y llevarse consigo su conocimiento, aislarse y vivir como un hermitaño. ¿Se resuelve un problema o se cree que se resuelve? Porque el mismo sistema sigue ahí.
A manera de conclusión puedo decir que esa pequeña brecha que uno abre como una alternativa al sistema que hábitamos es lo más valioso que puede hacerse. Porque a ignorancia colectiva limita la expresión de nuestras conciencias, una primer solución es combatir esa ignorancia para después influir en el otro.
Es complicado hacer esa primera brecha en un entorno hostil donde no se permite crear, pero hacerlo y dejar una brecha abierta para que surja, crezca y se pueda transitar por ese camino facilitaría la creatividad y expresiòn de los otros individuos que no tienen alternativa. Pudiera ser una solucion plausible y sensata en el nivel más proximo, en el que un individio tiene como poder el alterar su entorno en un nivel sensato e inmediato, creando salidas, expresando lo que siente. Porque cuando tienes la necesidad de expresar un sentimiento urgentemente y se siente tan necesario como beber agua, es casi una demánda ontológica que surge de lo más recóndito de tu alma.
